10 de mayo de 2025
El viceministro de Atención Integral del Ministerio de Salud Pública reconoció que hay centros de salud que no respetan las normas establecidas por el Instituto Nacional de Salud sobre la carga horaria que debe aplicarse a médicos residentes.
El presidente del Círculo Paraguayo de Médicos opinó que la presencia de “políticos, no de académicos” en cargos de autoridad en los órganos gestores de la salud causa que reclamos sobre la carga horaria excesiva que reciben médicos residentes sean ignorados. Un joven residente del Hospital de Trauma falleció ayer en un accidente de tránsito mientras iba a su guardia.
Luego de dos años, las obras de refacción de la zona de terapia intensiva neonatal del Hospital Nacional de Itauguá siguen sin culminar, aunque el director del centro de salud afirmó que los trabajos finalizarán pronto y que el área será habilitada en menos de un mes.
El presidente del Círculo Paraguayo de Médicos reiteró el llamado de su gremio a la renuncia de la ministra de Salud tras la publicación de un lapidario informe de la Superintendencia de Salud sobre la muerte de un bebé que necesitaba cuidados intensivos en el Hospital Regional de Villarrica, cuya unidad de terapia neonatal no funcionaba a pesar de haber sido inaugurada pocos días antes.
El último 1 de marzo, un bebé falleció en el Hospital Materno-Infantil de Santísima Trinidad (Asunción), adonde había sido trasladado desde Villarrica, donde no pudo ser atendido porque, según se dijo, la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal del Hospital Regional -inaugurada con bombos y platillos el 20 de febrero por el presidente de la República Santiago Peña; la ministra de Salud Pública y Bienestar Social, María Teresa Barán y el gobernador del Guairá César Sosa (cartista)- había sido desmantelada en forma inconsulta. Por esta razón fueron destituidos el viceministro de Atención Integral a la Salud Santiago García, el director de Redes y Servicios Derlis León, el director del hospital Cristian Matto y el de la IV Región Sanitaria Elías Benítez. El 10 de marzo, un informe preliminar ministerial, “no concluyente”, señaló que el lactante requería un tratamiento de mayor complejidad, que no podía ser brindado en la capital del Guairá, apreciación ésta que no coincide por completo con la del rotundo informe final de la Superintendencia de Salud, entregado el 11 de abril por su director Roberto Melgarejo. Las primeras conclusiones de la auditoría realizada por médicos y abogados dicen que la Unidad “fue habilitada sin el cumplimiento efectivo y documentado de los requisitos establecidos por la normativa vigente, lo que representó una habilitación prematura, sin garantía de operatividad real al momento de la misma”. A ello se agrega que no había sido inscripta entre las entidades prestadoras de servicios de salud, lo que implicó una violación del marco reglamentario. Estas observaciones revelan el mero carácter propagandístico del acto inaugural “solo para la foto” y ponen en ridículo tanto a la ministra como al jefe de Estado, que creyeron oportuno viajar a Villarrica para que el Paraguay y el mundo sepan que habían ido a desatar una cinta tricolor pensando solo en la salud de los recién nacidos.