El vapeo se ha convertido en una tendencia peligrosa, especialmente entre los jóvenes. Aunque se promociona como una alternativa al cigarrillo tradicional, su impacto en la salud pulmonar ya es evidente, alerta la doctora Leila Sosa, neumóloga especializada en enfermedades respiratorias. ¿Cómo evaluar los daños causados por el vapeador? En esta nota te contamos.
La aguda crisis de la salud pública es tan evidente que sigue de hecho en estado de emergencia, aunque la pandemia haya prácticamente desaparecido. En otros términos, el sistema sanitario se halla en una constante situación de peligro o desastre que exige una acción inmediata, pero el presidente Santiago Peña y la ministra responsable, María Teresa Barán, han estado más bien interesados en inauguraciones propagandísticas, incluso de obras inconclusas, antes que en velar por el buen funcionamiento de unas instalaciones que deben estar dotadas de recursos humanos y materiales suficientes para evitar que se pierdan vidas. Resulta canallesco que el poder político quiera aparentar que se desvela por la salud de la gente, mientras niños y neonatos fallecen por no poder ser atendidos, y locales sanitarios construidos se deterioran y no se utilizan por desidia o negligencia gubernamental.
El director del Hospital Materno Infantil San Pablo insistió en que no se demoró la atención a una mujer embarazada que ingresó a trabajo de parto el martes y dio a luz a un bebé prematuro que falleció el sábado.
La ministra de Salud Pública y Bienestar Social, Dra. María Teresa Barán, reveló que el 40%, ¡casi la mitad!, de las camas de terapia intensiva registradas por la cartera en los hospitales públicos del país se encuentra fuera de servicio, lo que llevaría el número a unas 365 en funcionamiento, menos de las que había antes de la pandemia. Esto demuestra una inoperancia trágica –literalmente– y un despilfarro calamitoso de fondos estatales por parte de los gobiernos de turno, este incluido, y de la clase política.
.Cuando echamos el ojo a la situación de la salud pública en el Paraguay no hay forma de encontrarle la vuelta positiva. Grandes hospitales de utilería, intervenciones quirúrgicas para la foto, abandono de USFs y muertes de pacientes consideradas como “simples errores” componen este lamentable vademecum sanitario. Para colmo, se agrava la crisis en el Servicio de Emergencias Médicas Hospitalarias (SEME), pero las autoridades insisten con argumentos cínicos que todo es un invento.
El próximo miércoles se llevará a cabo una audiencia pública en la Cámara de Diputados sobre un proyecto de ley que plantea mejorar la atención y establecer permisos laborales para padres de bebés fallecidos en gestación o en las etapas peri o neonatal.