30 de octubre de 2025

A regañadientes y tras duros reclamos sobre su “falso” discurso “provida y profamilia” la bancada cartista en Cámara de Diputados tuvo que terminar aprobando un pedido de informes al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) sobre las investigaciones contra la fiscala Gladys Jiménez, cuestionada por solicitar el sobreseimiento del exviceministro de Educación, Federico Mora en una causa por presunto abuso de menores.
El fin de semana se celebró la fiesta de cumpleaños número 15 de la hija del director de Itaipú Justo Zacarías con su segunda esposa, la diputada Rocío Abed, donde el lujo, la ostentación y el derroche fueron su principal crítica. Kchiporros presentó su show y sus seguidores despotricaron en redes sociales.

Tras ser tratados de “colorratas” la semana pasada por el diputado opositor Miguel Martínez, el diputado colorado disidente y esteño, Luis “Tiki” González, reconoció que alguno habrá en el Partido Colorado, pero también en otros partidos, ya que “hay una fauna política bastante heterogénea”. Sobre la ostentación demostrada por el clan cartista de los Zacarías en una farra el fin de semana también reconoció que son niveles que duelen a la ciudadanía.

Ante la descarada ostentación en un mega farra del director de Itaipú, Justo Zacarías y su esposa, la diputada cartista Rocío Abed, el diputado liberal Diosnel Aguilera dijo que llegar a esos niveles es “casi criminal” ya que evidentemente hay varios del gobierno que le dieron “una reverenda patada a la pobreza, robando a gente humilde”. Remarcó que la farra del fin de semana no tiene ni punto de comparación con el festín que se dan con los fondos de Itaipú.

Tras burlarse de la ciudadanía diciendo que “ya estamos mejor” porque unos comen “cheesecake” o sugirieran puchero en vez de cortes “premium”, el director de Itaipú, Justo Zacarías y su pareja, la diputada cartista Rocío Abed hicieron una fastuosa fiesta de 15 años a su hija, donde solo una botella de vino costaba G. 1.300.000.

Según el diputado Roberto González (ANR-FR) su colega Rocío Abed, quien cree que comer cheesecake o latte es prueba de reducción de la pobreza, vive en una realidad paralela y es “mboriahu paquete”. Agregó que ese elemento de medición es para quienes acumularon riqueza por “arte de magia o por un golpe de corrupción”.