revolucionarios

Francisco, el argentino que conquistó el corazón de los brasileños y del mundo, avivó la rebeldía de los jóvenes: "Armen lío, sean revolucionarios, vayan contracorriente, sigan superando la apatía y ofreciendo una respuesta a las inquietudes sociales y políticas". Y es que para nosotros la rebeldía no debería ser una simple aparición de acné, sino un drástico rechazo a la injusticia con sus múltiples tentáculos.