24 de octubre de 2025

La delgada línea entre enamoramiento y encaprichamiento puede definir la calidad de nuestras relaciones. Psicólogos advierten que comprender estas diferencias no solo nutre nuestra experiencia afectiva, sino que protege nuestro bienestar emocional en un mundo donde la idealización a menudo eclipsa la realidad.


Los celos, dormidos o no, son parte nuestra desde hace siglos. En el ser humano estos sentimientos se manifiestan cuando siente que hay riesgo de perder el afecto, la atención de su pareja. Es muy necesario plantearnos este tema, pues definir claramente los conceptos sobre los celos puede mejorar el enfoque en las relaciones de amor.

Las relaciones interpersonales pueden ser complicadas, pero algunas pueden ser tóxicas y dañinas para la salud mental y emocional. Generalmente es difícil reconocer que uno está en una relación tóxica, ya que a menudo las “señales” se presentan de manera sutil

A dos días de celebrarse el Día de los Enamorados, el psicólogo Richard Salerno recalca que crecer en pareja es aprender a ir más allá del propio ego. Con esto insta a que cuando nos relacionemos lo hagamos dejando de lado nuestro narcisismo y respetemos la individualidad de la persona que amamos. El amor tiene una etapa muy importante, que es el del esfuerzo diario entre los dos, lo que él califica como un trabajo de mucha comunicación.
Es importante y radical entender el vínculo de pareja como un modelo relacional nutricio y amoroso. Somos seres relacionales y como tales necesitamos de las manifestaciones de amor tanto verbales como físicas. Son actitudes aparentemente simples que se pierden en la rutina de la relación.