20 de noviembre de 2025

La directora de Recursos Humanos de la Cancillería nacional, Elvira Celeste Encina, remitió una nota al ministro de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez Lezcano, en la cual denuncia maltrato de una persona “que temporalmente ocupa cargo privilegiado”. Afirma que el funcionario intentó presionar para que realice medidas que van “en contra de la transparencia del Ministerio”. En su misiva no da nombres, pero anuncia que tomará acciones legales.


Hace un par de semanas, la apertura de un congreso en Asunción iniciaba con la bienvenida al público, agradecimiento a los disertantes y empresas aliadas a través de imágenes virtuales que mostraban a una joven quien se dirigía a los presentes. Con excepción del movimiento de los labios que no coincidía exactamente con las palabras que se escuchaban, aquello estuvo muy bien logrado y constituía un adelanto a uno de los temas principales a exponerse: La incursión de la Inteligencia Artificial en todos los ámbitos de nuestras vidas.

Ante el aumento de casos de dengue y chikunguña, las empresas afirman que sienten el impacto económico a causa de los reposos de sus colaboradores, según manifestaron desde la Asociación Paraguaya de Recursos Humanos.
Finalmente el Poder Ejecutivo ha presentado al Congreso el largamente esperado proyecto de ley “De la Función Pública y la Carrera del Servicio Civil”, que debería reemplazar a la completamente bastardeada Ley 1626 que “rige” en la materia. La importancia de este proyecto no se puede exagerar. Una nueva ley que tienda a limitar el tamaño de la burocracia estatal a lo realmente necesario, que garantice transparencia en el acceso, premios por méritos y sanciones efectivas por mal desempeño, no solamente es clave para el país y para la gente que no vive del Estado, sino también para los buenos funcionarios, que los hay y muchos.

El nuevo director general de Recursos Humanos de la Cámara de Diputados, Víctor Antonio Attis Sánchez , tras su reciente asunción al cargo comunicó una serie de medidas que tomará para un control más estricto, tanto de los funcionarios que realicen labores presenciales como de los que hagan teletrabajo. A ambos se les controlará el cumplimiento de sus tareas por medio de informes y de supervisión.