Aunque efectivamente podría ser histórico el anuncio que hizo el presidente Santiago Peña Palacios, sobre la compra de un radar de detección de narcoavionetas, el dispositivo funcionará recién en 30 meses, por lo que al menos hasta ese momento nuestro espacio aéreo aún seguirá siendo un “arco libre” para el crimen organizado.
El Gobierno de Estados Unidos celebró la decisión del Gobierno de Paraguay de finalmente adquirir un radar para el sistema de vigilancia aérea para la lucha contra el narcotráfico. Destacaron que la adquisición fue posible en medio de un programa de dicho país norteamericano.
Este jueves, el presidente Santiago Peña anunció la compra de radares de largo alcance con el objetivo de fortalecer la vigilancia del espacio aéreo. Asegura que con esta adquisición se da un paso importante hacia la modernización en seguridad nacional.
El Poder Ejecutivo autorizó al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) la transferencia de créditos del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) al Ministerio de Defensa Nacional (MDN) para la compra de radares.
El ministro de Defensa, Óscar González, reafirmó en la mañana de este lunes que Paraguay adquirirá seis aviones “Super Tucanos”, por poco más de U$S 96 millones, de la Empresa Brasileira de Aeronáutica S.A. (Embraer). Sin embargo, dijo que la adquisición de aviones hidrantes “no es prioridad”.
Puede que haya sido un avión Tucano de un “país amigo” pero es inconcebible que una aeronave, y más aun de combate, sobrevuele los cielos paraguayos sin los papeles en regla. Aunque el “incidente” se haya “subsanado”, el hecho nos trae a la reflexión lo que hace rato se viene hablando: la carencia de instrumentos de control aéreo militar apropiados. La falta de voluntad política tiene a Paraguay como el paraíso de vuelos ilícitos a nivel regional.