10 de julio de 2025
Las economías a nivel global se enfrentan a proyecciones económicas desafiantes que obligan a los países a diseñar estrategias efectivas para atraer capitales que impulsen el crecimiento de sectores productivos aprovechando ventajas competitivas, y a gestionar un enfoque refinado sobre la deuda dirigida a áreas que fomenten desarrollo productivo y social.
El motor del crecimiento para los próximos 10 años se basa en el aumento de la productividad de los productos existentes, la diversificación a más mercados y la potenciación de nuevas industrias, en las que el país tiene importantes ventajas competitivas, con el objetivo de duplicar la economía nacional.
Las entradas de Inversión Extranjera Directa (IED) como porcentaje del PIB en las economías en desarrollo fueron de solo 2,3%, la mitad del nivel observado en 2008, año que marcó un pico en esta variable. En las economías avanzadas se observó desaceleración: en 2023 recibieron solo US$ 336.000 millones, su menor registro desde 1996. Por otro lado, datos del BCP revelaron que en 2023, Paraguay registró un flujo neto positivo de US$ 324 millones en inversión directa, debido a un ingreso bruto de US$ 2.326 millones frente a salidas de US$ 2.002 millones, con saldo neto que, si bien es inferior al pico de US$ 803 millones en 2022, mantuvo ciertamente la tendencia positiva.
Supuestamente, este año tenía que ser el último después de la pandemia con un déficit público por encima del tope establecido en la ley de responsabilidad fiscal, ya con la prórroga obtenida por la actual administración de Santiago Peña. Este fue el compromiso de las fuerzas políticas y del Gobierno con los organismos multilaterales, con las calificadoras internacionales de riesgo y, más importante aún, con la población paraguaya. Sin embargo, en la práctica, el endeudamiento y el gasto estatal, fundamentalmente el corriente y rígido, en vez de ajustarse y disminuir, crecen sin parar.
El sistema financiero paraguayo registró un repunte de 6,14 puntos porcentuales, en el índice de profundización financiera con el segundo mayor incremento en Latinoamérica, al cierre del año 2024, según informó la Felaban en un reciente reporte