La organización Pro Desarrollo Paraguay instó al Gobierno a “poner foco” en la situación de precariedad laboral e informalidad en que se encuentran las micro y pequeñas empresas e hizo un llamado a generar políticas públicas que promuevan “mayor bienestar” para el sector. Según datos oficiales, unas 705.521 mipymes (65% del total) subsisten actualmente en la informalidad, que implica múltiples limitaciones como la ausencia de seguridad social, salario estable y más.
Una encuesta realizada por la Fundación Pro Desarrollo Paraguay revela que todavía hay demasiadas barreras para la formalidad, por lo que resulta difícil reducir la brecha entre la economía subterránea y la formal. Tanto los asalariados como cuentapropistas tienen como primera opción de financiamiento a los prestamistas o usureros.
Un reciente estudio de la consultora Pro Desarrollo Paraguay confirma el incremento de la actividad informal en nuestro país, que en el 2022 movilizó US$ 22.019 millones y representa casi el doble de recursos del Presupuesto Público. Consumidores se rebuscaron por opciones ante la elevada inflación local, lo que fomentó el contrabando y potenció el trabajo informal.
La economía subterránea que no figura en los registros legales, trepó al 46,2% del PIB en el 2020, lo que representa una cifra de US$ 21.295 millones que se movilizaron en la informalidad y la criminalidad, según un estudio de PRO Desarrollo. Para este año hay expectativa de mejora, señalan.