Un hombre que sería un policía fue captado por cámaras de circuito cerrado mientras se alzaba con varios productos de una de las tiendas de la cadena de minimercado Biggie, ubicada sobre la calle Palma de Asunción, retirándose del mismo sin pagar.
Un policía y un mecánico fueron capturados ayer en conexión con la serie de asaltos perpetrados por la banda de otro policía que había sido eliminado a tiros por una ama de casa en su último golpe en Mbuyapey.
El comandante de la Policía Nacional, comisario Gilberto Fleitas, se refirió a hechos acontecidos sobre “polibandis” que actuaban impunes aparentemente gracias a una rosca que los hacían figurar como “presentes” en los cursos de ascenso. “Nosotros le formamos para ser profesional. El policía vinculado a la delincuencia va a caer porque su mente no está preparado para ser delincuente”, afirmó.
El oficial inspector Cármelo Alcides Benítez Reyes (36), muerto a tiros cuando supuestamente perpetraba un golpe en Mbuyapey, tuvo dos ausencias injustificadas y cinco justificadas en su curso para ascenso. Los investigadores cotejan estas fechas para ver si coinciden con algún asalto que se haya denunciado en la zona de Paraguarí.
Un Tribunal de Sentencia de la Sexta Circunscripción Judicial condenó a 18 años de prisión al expolicía Cristhian Ariel Cazal Barúa (42), quien en el 2009 cometió una seguidilla de asaltos y violó a una de sus víctimas. El juicio oral concluyó este lunes en el Poder Judicial de Ciudad del Este.
El suboficial Jorge Damián Brítez se presentó en la comisaría 17 Tembiaporenda, del distrito de Tavaí del departamento de Caazapá. El uniformado negó rotundamente formar parte del grupo que asaltó a una comerciante en el distrito de Carlos Antonio López, departamento de Itapúa, y aseguró que fue raptado por los delincuentes que luego usaron su vehículo.