Ya totalmente enrejadas, las plazas ubicadas junto al Congreso Nacional siguen bajo un proceso de reacondicionamiento y restauración. Madres de fallecidos en el Marzo Paraguayo no pudieron entrar para un homenaje el domingo porque el acceso a las plazas estaba cerrado.
La Costanera de Asunción se convirtió en el sitio preferido de chicos y grandes para realizar caminatas, ejercicios o disfrutar de un tiempo de distensión. Dicho espacio es prácticamente el único lugar de esparcimiento en Asunción, debido a que la gran mayoría de la plazas y parques de la ciudad se encuentran en pésimo estado e incluso a merced de los delincuentes.
Si bien la Plaza Uruguaya muestra un rostro fresco, verde, aseado y con camineros bien pintados, existe otra “cara” que está llena de basura y con el pasto destruido. Tantos meses estuvo ocupada por campesinos e indígenas que hasta el momento no logra recuperarse y volver a presentar todo su esplendor.
Las plazas ubicadas frente al Congreso Nacional, que habían lucido en deplorable estado durante años y ya no recibían a la ciudadanía, finalmente vuelven a ser utilizadas por personas que pueden disfrutar de la sombra de los árboles. Aún falta el arreglo de los camineros, lo que se está realizando de manera lenta.
El Senado se ratificó en que las plazas aledañas al edificio legislativo sean cedidas al Congreso por un periodo de 20 años. De esta manera, se rechazó la versión aprobada en Diputados que planteaba la figura del “padrinazgo” en lugar de “cesión”. El proyecto de ley ahora vuelve a la Cámara Baja.
La estatua del conquistador español Juan de Salazar y Espinoza que está en la plaza del mismo nombre en el microcentro de Asunción fue provista de una nueva espada para reemplazar a la original que desapareció, como parte de las tareas de “recuperación” de las plazas en las inmediaciones del Congreso Nacional.