28 de mayo de 2025
Según su balance preliminar de 2024, la Copaco, cuyas acciones pertenecen exclusivamente al Estado, arrastra una pérdida acumulada de casi 533.000 millones de guaraníes. El 4 de enero de ese año, el presidente Santiago Peña había reconocido que “es muy complicado invertir en una empresa que está prácticamente en quiebra”, pero que no planeaba venderla ni cerrarla, sino recuperarla, porque las telecomunicaciones tendrían un rol importante en su agenda digital. Dijo también –siempre buscando culpables antes que proponer soluciones– que entre 2018 y 2023, Copaco sufrió “una debacle administrativa económica y financiera”, como si antes hubiera funcionado a las mil maravillas. En verdad, el problema de fondo no radica en lo que haga o deje de hacer un Gobierno determinado, sino en que el Estado es un mal empresario, motivo por el que es necesario apresurarse a liquidar o privatizar ese desastroso emprendimiento.
La estatal Vox, satélite de Copaco, registró el año pasado una pérdida neta de G. 33.314 millones, según un informe interno de la estatal. El patrimonio neto negativo de la compañía asciende a G. 85.609 millones y, además, adeuda más de G. 178.316 millones a Copaco, que viene absorbiendo sus obligaciones. Ante este escenario, hay dudas de que la telefónica pueda seguir operando.
La mujer que perdió a su bebé, presuntamente por negligencia médica, ahora lucha por su vida. “Por suerte le trajimos acá (Hospital San Pablo). Se encontró un líquido fuera del útero que ponía en riesgo todos sus órganos”, contó su esposo.
Copaco perdió 142.000 clientes de línea baja en los últimos cinco años, monopolio que venía sosteniendo la deficitaria compañía hasta ahora, según los datos de la Conatel. Sante Vallese, titular de la estatal, señaló que esta es una de las razones de las millonarias pérdidas, además de culpar a la pandemia y deudas históricas.
Copaco registró a noviembre del año pasado una pérdida de G. 150.889 millones, según el balance consolidado de la compañía estatal. Hasta ahora no se tiene el balance de todo el 2022 y el titular de la estatal evita dar explicaciones. En empresas públicas tampoco responden y ni el procurador tiene las cifras de la compañía.