9 de mayo de 2025
La politización de la entrega de los premios Oscar fue una novedad a la que nadie parece haber reaccionado nunca con hostilidad. O siquiera renuencia. Por el contrario, desde que el tono anti-sistema empezó a hacerse más audible en el corazón del star system de la industria del cine, ha sido una novedad de la que se espera y aun reclama que cada año sea más innovadora y restallante que el anterior.
Cuando el domingo pasado ganó un Óscar como protagonista del film Joker, el actor Joaquin Phoenix se metió unos cuantos miles más de fans en el bolsillo con un breve discurso sobre el sufrimiento de «los que no tienen voz». Su descripción del robo de la leche de los becerros para cortar el café o bañar el cereal del desayuno pareció postular el veganismo como imperativo moral.