La Escuela Cervantes de Villarrica, una de las instituciones educativas más antiguas del departamento de Guairá, enfrenta serios problemas de infraestructura. Fundada hace casi 133 años, parte de esta emblemática casa de estudios se encuentra en condiciones precarias, especialmente el bloque principal, compuesto por tres aulas, que ha sido abandonado por las autoridades públicas pese a las reiteradas solicitudes de refacción por parte del plantel directivo.
La escuela Nuestra Señora de la Paz, ubicada en el barrio Santa Ana de San Lorenzo, se encuentra en pésimas condiciones. Ante la falta de infraestructura adecuada, docentes y padres de familia realizan diferentes tipos de actividades para hacer llevadera la enseñanza.
SAN PEDRO. Pobladores de Potrero Naranjo, comunidad rural de la capital departamental, lamentan la precariedad de la salud pública, una situación que lejos de curar, enferma a la población. Un pequeño rancho con peligro de derrumbe es el puesto de salud, y aunque realizan ventas de comidas y torneos de fútbol para mantener el local no pueden afrontar los gastos.
Dos aulas del Nivel Inicial de la escuela Mauricio José Troche de Zeballos Cué, en Asunción, tienen grietas en las paredes y hendiduras notorias en el techo. Docentes reclaman al MEC por urgente refacción del lugar, mientras niños pequeños dan clases apretujados en el comedor. En todo el país, 2.455 salas están en riesgo de derrumbe, según datos de la cartera educativa.”Estamos pidiendo socorro”, relató la directora.
PARAGUARÍ. De 17 escuelas y colegios reportados en peligro de derrumbe, solo en Yaguarón fueron reparadas dos aulas y una galería. Es decir, en 16 instituciones los estudiantes iniciarán el año lectivo 2024 en medio de necesidades. Según datos oficiales, mañana 50.233 alumnos comenzarán las clases en 590 instituciones del sector público.
La escuela Villarrica del Espíritu Santo, de la capital guaireña, continúa con un pabellón con cuatro aulas clausuradas por peligro de derrumbe y los directivos se oponen el inicio del año lectivo previsto para febrero próximo debido al riesgo que representa para los niños. La institución está con este inconveniente hace más de dos años y hasta la fecha no hay solución por parte de las autoridades departamentales y locales.