La diferencia principal entre los llamados «anarcocapitalistas» o «anarquistas de derecha» y el anarquismo bien entendido es que para este abolir el Estado supone abolir la propiedad privada, porque el dualismo gobernante-gobernado es correlato del dualismo propietario-proletario.
Tanto los saqueos como el orden que los rechaza siguen en el fondo las mismas obscenas normas secretas. Tal es la idea paradójica que la poeta anarquista Montserrat Álvarez desarrolla en este artículo.
WASHINGTON. Cuanto más calor hace, más aires acondicionados... y cuantos más aires acondicionados, más calor hace: es el círculo vicioso de una tecnología que contribuye de forma discreta pero creciente con el calentamiento global.
Un nuevo mito intenta copar el imaginario colectivo: varias necesidades sociales se solventarán incrementando el impuesto al tabaco. Al parecer, esta es una idea luminosa que a nadie se le ocurrió antes. Arriesgando una hipótesis cuestionadora, digamos que tal vez, en nuestro país, los que actualmente demandan mayores impuestos estatales no apuntan al tabaco, en realidad, sino a las tabacaleras, que no es lo mismo.
La Cumbre del Clima de Bonn (COP23) se precia de ser la más ecológica de las organizadas hasta la fecha, pero sigue suponiendo una movilización masiva de personas y recursos con una notable factura medioambiental.