17 de agosto de 2025
En el corazón del Ártico, científicos rastrean osos polares con sedantes, collares GPS y bisturí en mano. Buscan entender cómo el cambio climático y los químicos eternos alteran su salud y su comportamiento, antes de que el deshielo los deje sin hábitat.
BUENOS AIRES. La muerte de Arturo, el último oso polar de Argentina, a los 31 años y debido a su avanzada edad, ha despertado en el país austral la controversia por su vida en cautividad en un zoológico del oeste del país.
BUENOS AIRES. Funcionarios y veterinarios de la provincia argentina de Mendoza decidirán mañana qué hacer para mejorar la calidad de vida de “Arturo”, un “oso polar en medio del desierto”, como lo ha definido un grupo de defensa medioambiental.
Un oso polar llamado Arturo que vive en el zoológico de Mendoza, Argentina, sufre a raíz de la ola de calor que se vive en esa zona, y defensores de los derechos animales piden que se lo libere y envíe a Canadá para evitar su muerte.
BUENOS AIRES. Arturo, el único oso polar que vive en Argentina, recibió estos días baños con manguera y durmió con aire acondicionado para evitar su muerte por exceso de temperatura durante la ola de calor que azota al país desde mediados de diciembre.