El anuncio del recorte del 92 % en los programas de cooperación internacional de Estados Unidos generó un fuerte debate en Paraguay. El senador Gustavo Leite, de Honor Colorado, y el diputado liberal Antonio Buzarquis expusieron sus posiciones sobre el impacto de esta medida y la transparencia en el uso de fondos internacionales.
Como las incoherencias no pueden faltar en el Palacio Legislativo, esta semana también trajo lo suyo. El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre (ANR, cartista), anunció, con bombos y platillos, la firma de una “carta compromiso” entre esa Cámara, representada por Latorre, y la ONG Sound of Freedom, representada por el actor mexicano Eduardo Verástegui, con el objetivo de promover acciones de prevención contra la trata de personas con fines de explotación sexual y el tráfico de órganos de niños y adolescentes. De esta manera, el Estado paraguayo, a través de uno de los Poderes del Estado, celebró un acuerdo con una ONG extranjera, que tendrá así la potestad de influir en políticas públicas locales. Estamos así en presencia de una metamorfosis de “antioenegés a oenegeseros” según convenga.
Raúl Latorre, presidente de la Cámara de Diputados, mencionó que la carta de compromiso firmada con el actor mexicano José Eduardo Verástegui, que pretende intensificar acciones de prevención contra la trata de personas, es “el pensamiento en común de la necesidad de una lucha frontal”.
El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, y el actor mexicano José Eduardo Verástegui firmaron una carta de compromiso para intensificar acciones de prevención y lucha contra la trata de personas con fines de explotación sexual y el tráfico de órganos de niños y adolescentes. Curiosamente, la ONG “Sound of Freedom” lleva el mismo nombre de la película del año 2023.
“The Hill” era, por lo menos hasta hace un tiempo, el principal medio on line de Estados Unidos y sigue siendo, con seguridad, uno de los principales.
En marzo de 1999 la embajada de Estados Unidos, encabezada entonces por Maura Harty, orquestó en nuestro Paraguay un golpe de Estado que truncó el gobierno elegido por el pueblo en abril de 1998.