22 de junio de 2025
Los hechos sucedidos con respecto a Miguel Prieto, derivados del dictamen que la Contraloría General envió al Poder Ejecutivo sobre la Municipalidad de Ciudad del Este, confirman que, lamentablemente, la oposición autodenominada “democrática” recurre a todo lo que habitualmente critica al cartismo cuando lo necesita.
Mientras informes oficiales revelan que “fallas en todos los niveles” derivaron en la muerte de un bebé por falta de unidad de terapia intensiva (UTI) en Villarrica, un sector de la clase política y de los legisladores abusa de su poder para acceder a una salud privilegiada y usan al Estado para darles sueldazos a sus hijos en contra de universitarios.
Mientras descaradamente el titular del Congreso, el cartista Basilio “Bachi” Núñez, admitió los beneficios que dio en el Congreso a su sobrina Berenice Sosa, surgen más nexos. La madre de la “nepo” ya habría sido favorecida por su cuñado en gobierno de HC. Hoy es representante de firma del clan Núñez.
Basilio “Bachi” Núñez, presidente de la Cámara de Senadores, justificó los aumentos de salario a su sobrina Berenice Sosa Cabrera, quien gana G. 9.500.000 con tan solo 19 años, siendo funcionaria del Congreso Nacional. Al ser insistido sobre si corresponde el salario, cortó la conferencia de prensa y pasó a otro tema.
Berenice Sosa Cabrera, la sobrina del presidente del Senado, el cartista Basilio “Bachi” Núñez, de la mano de su tío y a costa del Estado lleva una vida idílica como funcionaria. La presunta “nepobaby” y una de las tantas “bachi-lleres” colgadas del Congreso, a sus 19 años y con título secundario gana G. 9,5 millones al mes. Además, gracias al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) tiene exonerada parte de su cuota en una universidad privada.
El presidente del Congreso, senador cartista Basilio “Bachi” Núñez, acoge desde 2023 en su oficina a su sobrina Berenice Sosa Cabrera, hija de su cuñada Karina Cabrera. Desde que Bachi preside la Cámara Alta ya le dio a la “nepobaby” dos ascensos, pese a tener apenas 19 años y ser una de las tantas “bachi-lleres” del Congreso. En un año y 9 meses pasó de cobrar G. 4.500.000 a G. 9.500.000.