Para el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, uno de los desafíos más importantes es aprovechar la calificación de “grado de inversión” otorgada por Moody’s recientemente a Paraguay. Recalca que es la oportunidad para variar la matriz productiva y oferta exportable.
La estabilidad macro fiscal de Paraguay le ha permitido obtener y mantener buenas calificaciones y perspectivas en su perfil crediticio durante los últimos quince años. Entre el conjunto de acciones y reformas destacan el manejo de la inflación, la incursión en los mercados internacionales con los bonos soberanos en el año 2013, el equilibrio fiscal sustentado por la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) así como el nivel de reservas internacionales, la política de repagos, entre otras importantes modificaciones.
En la edición anterior se presentaba la evaluación del perfil crediticio de Paraguay, tras obtener el grado de inversión, nota otorgada por una de las tres principales agencias calificadoras de riesgo, Moody’s Investors Service.
En medio de los problemas del presidente de la ANR con Estados Unidos convertidos en cuestión de Estado, de la Ley Garrote contra ABC, de las contrariedades en el programa Hambre Cero, de las tragedias del IPS, del desamparo de los enfermos oncológicos, de las amenazas de huelga de médicos y de otros males, el Ejecutivo busca algo de paz para gobernar la República.
Recientemente la firma Moody’s, agencia calificadora de riesgo crediticio, calificó a Paraguay como Baa3, lo que le asigna –por el momento– en el llamado grado de inversión.
Llegar al grado de inversión es un gran privilegio que tienen alrededor de 60 países en el mundo, pero a la vez, es un gran compromiso, ya que las calificadoras van a ser más rigurosas, advirtió al analista Amílcar Ferreira en un conversatorio organizado por Horizonte Positivo. Instó a seguir trabajando en fortalecer la gobernanza, el sistema judicial y para erradicar la corrupción.