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BUENOS AIRES. La joven argentina Candela Giarda, de 21 años, sonríe diez años después de ver de cerca el final de su vida por una patología cerebral grave, de la que se salvó gracias a un milagro por intercesión del papa Juan Pablo I, según aprobó el Vaticano al anunciar que el pontífice será proclamado beato.

El Dr. Marcelo Rivas, neurocirujano del Hospital de Trauma y médico tratante de José Zaván, calificó de “asombrosa” la recuperación del joven de 19 años, aunque no cree que se tratase de un milagro, al existir casos similares. Sin embargo, su madre asegura que el haberse encomendado a la beata Chiquitunga hizo que su hijo se recupere y evolucione con la ayuda de los varios médicos que lo tratan.

Doña Blanca Vaccari, madre de José Zaván, contó que escuchó y vió a la Beata chiquitunga durante un momento de oración en compañía de otra persona. Doña Blanca asegura que gracias a la intervención divina de chiquitunga su hijo sobrevivió al trágico accidente aéreo en Luque ocurrido en febrero pasado.

Ángel, conocido como el “niño milagro” de Chiquitunga, a sus 18 años, con gran emoción, junto a su familia participará de la caravana para recibir las reliquias de la beata paraguaya, que llegan de Roma mañana, a las 05:15, al aeropuerto Silvio Pettirossi. Los fieles pueden participar, llevando una flor para homenajearla.