9 de junio de 2025
Los microplásticos de los ultraprocesados se acumulan en el cerebro y podrían estar vinculados al aumento global de depresión, demencia y otros trastornos mentales, según cuatro estudios publicados en Brain Medicine que advierten sobre sus efectos biológicos.
REDACCIÓN CIENCIA. Desde la Antártida al Polo Norte, los seres humanos y los animales viven expuestos a los microplásticos, diminutas partículas de contaminantes que, en humanos y roedores, se han relacionado con efectos adversos para la salud, como el estrés oxidativo y la inflamación.
MADRID. La marea de pellets de plástico en la costa cantábrica española a consecuencia del vertido del buque Toconao ha suscitado infinidad de reacciones sobre su impacto en la salud humana desde la política y el sector económico, pero ¿qué nos dicen quienes realmente han hecho estudios científicos y comprobaciones?
TOKIO. Investigadores japoneses han constatado por primera vez la presencia de microplásticos en las nubes y han estado analizando su influencia en la formación de cúmulos y su impacto negativo en el clima, de alcance aún incierto.
AUSTRALIA. Un grupo de científicos ha desarrollado un polvo magnético capaz de eliminar los microplásticos del agua en menos de una hora, lo que, según aseguran, permitiría erradicar estos residuos con mayor rapidez y a menor coste, informan este miércoles fuentes académicas australianas.
Microplásticos se han encontrado en lugares recónditos del planeta, como el Círculo Polar Ártico o el Everest, pero también en el estómago de tiburones o pingüinos y en heces humanas y placenta. Ahora, un estudio demuestra por primera vez que también pueden hallarse en el torrente sanguíneo de personas.