Ha pasado ya casi una década desde la promulgación de la Ley 5.400 “De Vigilancia y protección del espacio aéreo paraguayo”. Desde entonces no avanzamos mucho la materia. Ahora, con la inminente compra de los Super Tucanos, vuelve al tapete la discusión sobre la modificación o no de la normativa para habilitar el derribo de aviones sospechosos. Se trata de un debate cuyo cambio podría poner en entredicho a Paraguay frente a la comunidad internacional y en riesgo a la población civil paraguaya.
Muy pocas veces la vorágine informativa y la “dictadura” de la inmediatez nos permiten reflexionar acerca de los desafíos que enfrenta el periodismo paraguayo en esta segunda década del Siglo XXI. A modo de autocrítica tenemos como deuda los espacios permanentes de formación y debate sobre temas actuales como la IA, las fake news, la polarización política y la desinformación. Por otro lado, una gran preocupación es la carencia de mecanismos de protección consolidados ante las amenazas del poder político y el crimen organizado.
La Semana Santa es para los católicos una de las festividades más esperadas, cuando se reafirman la fe y las creencias. Este feriado largo es también una oportunidad para disfrutar de la gastronomía autóctona, del turismo interno y de algo que en los últimos años ha tomado tal fuerza que ya se ha hecho referencia a nivel nacional e internacional: las puestas en escena de cuadros vivientes de toda índole, tamaño y presupuesto.
La libertad de expresión en Paraguay está viviendo horas difíciles. A las amenazas del crimen organizado se han sumado las cada vez menos sutiles intimidaciones de personas que detentan el poder político hacia periodistas. Utilizando el sistema judicial intentan acallar a periodistas, en especial a las mujeres, a quienes además las agreden en su reputación, imagen y formación.
En una era donde la información se mueve a velocidades sin precedentes, los pilares de la libertad de expresión y el periodismo se encuentran cada vez más bajo el escrutinio y ataques de diversas fuerzas. Es en este contexto que el Seminario Internacional “Ataques a la Libertad de Expresión y al Periodismo: Paraguay y Chile, dos realidades cercanas y comunes” se presenta como un foro crucial para la discusión y análisis de estos fenómenos en países emblemáticos del Cono Sur.
No es ningún secreto que Paraguay ofrece un “cielo fácil” para actividades para vuelos ilícitos al servicio del narcotráfico y el contrabando. Tampoco es secreto que la falta de presupuesto y la voluntad política convierten a nuestro país en un paraíso de lo ilegal. Pese a contar con el mentado código SNIP, los radares parecen estar lejos de ser una realidad para controlar el espacio aéreo local.