Aunque la Constitución no exige que quienes aspiren a una banca gocen de la “notoria honorabilidad” requerida para integrar la Corte Suprema de Justicia, es necesario que la calidad moral de los legisladores sea al menos aceptable, más aún cuando formen parte de una Comisión Conjunta de Investigación sobre un asunto de interés público o sobre la conducta de un colega. Y bien, hay razones poderosas para dudar de la rectitud de varios de los miembros del grupo creado con el fin de indagar “hechos punibles de lavado de activos contra el patrimonio del Estado, contrabando y otros delitos conexos”, además de hostigar a este diario y a organizaciones sin fines de lucro que desagradan al Gobierno. Pues bien, varios legisladores sin autoridad moral integran así la bien denominada “comisión garrote”.
El senador colorado Mario Varela opinó que se debe rechazar las propuestas de aumento salarial a diputados, senadores y altos funcionarios del Poder Ejecutivo, entre ellos el Presidente de la República, considerando la medida como no adecuada en un momento en que se intenta enarbolar un discurso de austeridad en los gastos públicos.
El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, defendió y justificó el aumento salarial que el Ejecutivo solicitó para los parlamentarios. Dijo que cree en la “movilidad social ascendente” y que es una estrategia de Santiago Peña para el combate a la corrupción. Los parlamentarios, de cobrar poco más de 32 millones de guaraníes, pasarían a recibir de manera mensual casi 38 millones.
“Nosotros vamos a analizar el aumento en este tiempo aquí en el Congreso, a partir del 16 de noviembre se hará el estudio”, expresó Silvio Ovelar, presidente del Congreso. El Poder Ejecutivo, a través del ministro de Economía Carlos Fernández Valdovinos, presentó una adenda al proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación de 2024 donde se plantea, entre otros puntos, una ampliación presupuestaria para aumentar la dieta de los 45 senadores y los 80 diputados.
“Solamente para diputados y senadores es 7 mil millones al año. Si pedimos un presupuesto austero, lo lógico es que desde los poderes públicos demos el ejemplo. Vamos a pedir que estos aumentos no se incluyan”, expresó el senador Rafael Filizzola. El Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), solicitó a la Comisión Bicameral de Presupuesto del Congreso que incluya en el proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2024 un aumento salarial de G. 5.000.000 para los senadores y diputados.
El último 30 de abril, veintidós de los ochenta diputados fueron reelectos como tales, en tanto que diez pasaron a ser senadores. De entre los cuarenta y cinco de estos, trece fueron reelectos en igual carácter. Es de esperar que al menos el desempeño de los congresistas neófitos se distinga del de los actuales, empezando por el relativo al deber de asistir a las sesiones plenarias y a las de las comisiones asesoras permanentes. Si bien muchos fueron reelegidos y otros más pasarán de la Cámara Baja a la Alta –seguramente con sus respectivos vicios–, es de esperar que justifiquen sus notorios privilegios ocupándose de las inquietudes de quienes los financian con el pago de sus impuestos.