CORONEL OVIEDO. Desde la Dirección del Hospital General de esta ciudad, niegan la falta de insumos y alegaron que existió una falla de comunicación con el familiar del paciente, quien denunció la falta de algodón en el nuevo hospital. El hecho se da después de que el ciudadano de nombre Dante Maidana denunciara por las redes sociales la falta de algodón en el nuevo nosocomio.
Personas con familiares internados en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social siguen denunciando que deben incurrir en grandes gastos para comprar insumos y medicamentos que la previsional no tiene para tratar a sus parientes. Además, afirman que un problema eléctrico dejó sin luz al baño del albergue donde pernoctan los familiares de pacientes.
El Hospital Nacional de Itauguá se encuentra actualmente sin jeringas, denuncian los médicos del lugar. La situación se complica para los casos de urgencias, ya que la atención no se puede realizar de forma instantánea. Además, miembros del Sindicato de Funcionarios del Centro de Emergencias Médicas criticaron que en el Senado se autoaplican aumentazos en sus sueldos, mientras en los hospitales faltan medicamentos e insumos.
El doctor Jesús Irrazábal, jefe de Urgencias Pediátricas del Hospital Nacional de Itauguá, alertó que el centro asistencial de cabecera del departamento Central tiene “stock cero”, en una larga lista de medicamentos e insumos. El médico reconoció que la situación es insostenible y que los que la responsabilidad es del Poder Ejecutivo.
El Departamento de Identificaciones informó que en la actualidad los trámites son mucho más rápidos para la emisión de cédulas, pasaportes y otros documentos. Además, están trabajando en un plan para que próximamente se pueda pagar con QR o tarjeta de débito. En la nota te contamos cuánto tarda en estar lista una cédula hoy en día.
Los gravísimos y persistentes problemas del Instituto de Previsión Social (IPS) no se limitan a los administrativo-financieros, como los reflejados en las licitaciones públicas amañadas, en las cuantiosas deudas con las firmas farmacéuticas, en la angustiante falta de insumos, de medicamentos y de equipos o en la obtención de turnos para que los pacientes sean atendidos. Aparte de la tradicional corruptela y del derroche, también la ineptitud y la negligencia juegan un gran papel en la deplorable gestión sanitaria que afecta a diario a los asegurados, ante el ominoso silencio de sus representantes en el inoperante –por no decir cómplice– Consejo de Administración. En los últimos días se conocieron denuncias sobre un bebé al que una enfermera le inyectó leche en las venas, y sobre el mal estado de los alimentos servidos a los pacientes.