23 de noviembre de 2025
El presidente del Indi, Hugo Samaniego, propuso esta mañana establecer un reglamento para que indígenas no acampen en masa frente al local, cuando reabran su sede en Asunción. La propuesta surgió durante una reunión con indígenas y vecinos del barrio doctor Francia, buscando un acuerdo para instalarse nuevamente sobre la calle Don Bosco. No hubo acuerdo entre las partes. Una alternativa podría ser que el Indi funcione en las oficinas del Gobierno.
La Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (ANIVID) presentó una propuesta de ampliación presupuestaria para el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), que se enfoca en la “compra y regularización de tierras para las comunidades”. Hablan de unos US$ 142 millones para la compra de más de 56.000 hectáreas en las regiones Oriental y Occidental. Reclaman que para el 2026, el presupuesto del Indi apenas es para adquirir 106 hectáreas.

Más de 800 vecinos del barrio Corumbá Cué, zona Universo, de la ciudad de Mariano Roque Alonso expresan su desacuerdo con la posible instalación de la oficina del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi). Presentaron una nota y solicitaron hablar con el titular.

Miembros de la comisión vecinal del barrio Rodríguez de Francia de Asunción volvieron a expresar su repudio a la idea de volver a instalar una sede del Instituto Paraguayo del Indígena sobre la calle Don Bosco, como el nuevo presidente de la institución insinuó. Desde su mudanza al interior, el Indi no cuenta con una sede propia en la capital - algo a lo que está obligado por ley - y actualmente funciona de manera provisoria en la sede del Ministerio de Educación.
Pobladores del barrio asunceno Doctor Francia se oponen a que la sede del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) vuelva junto al Hospital Militar allí situado, donde estuvo instalada antes de terminar en un cuartel militar de la avenida Artigas, tras un par de mudanzas. Según la “muy triste” experiencia de una vecina, cuando los nativos llegaban allí, la calle se volvía un “basural” donde hacían sus necesidades. La situación habría llegado al colmo de que fallecían bebés y de que las niñas eran víctimas de abusos. Es comprensible el temor de que esta historia, aún más penosa que la también sufrida por vecinos del barrio Las Mercedes, se repita en las adyacencias de cualquier lugar en que se ubique el Indi, sin que la vía pública sea despejada por las fuerzas del orden. Es que no hay visos de que el drama indígena vaya a concluir en breve.

Se realizó el cuarto encuentro intercultural de niños, niñas y adolescentes indígenas, en los que abordaron las necesidades que enfrentan en sus comunidades. Los reclamos principales fueron el acceso a tierras y a condiciones dignas en las escuelas.