5 de septiembre de 2025
Los festejos por la clasificación de la Selección Paraguaya a la Copa del Mundo se extendieron hasta el amanecer de este viernes, aprovechando el día feriado. Unos 50.000 hinchas se concentraron en la calle Palma y en las inmediaciones del Panteón Nacional de Asunción, donde la algarabía se hizo sentir con cánticos, banderas y caravanas. No obstante, la fiesta se vio empañada por algunas riñas y hurtos.
Dos chilenos, presuntos integrantes de una banda de ladrones domiciliarios que estaba operando en la capital del país y las principales ciudades de Central, fueron detenidos en procedimientos efectuados en el predio del aeropuerto Silvio Pettirossi de Luque y en la ciudad de Itauguá, por efectivos del Departamento Investigaciones de Asunción.
La banda que asaltó la casa del intendente de Areguá hace exactamente una semana fue desmantelada esta madrugada tras un nuevo golpe domiciliario en Itauguá. La Policía Nacional (PN) reportó que hubo una persecución y balacera impresionantes.
Una paraguaya resultó víctima de un asalto que ocurrió en una heladería en Quilmes, Argentina. La compatriota, quien es encargada del local, lamentó que los delincuentes actuaron con extrema violencia, pues la golpearon en la cabeza con un culatazo de arma de fuego.
Un agricultor del asentamiento 8 de Diciembre, distrito de San Pedro del Paraná, fue muerto a tiros en el portón de su corral el domingo de noche por dos desconocidos, quienes también acribillaron la casa de la víctima antes de retirarse del lugar. La esposa y la suegra del labriego se salvaron debido a que salieron de la vivienda y se ocultaron en una zona boscosa.
Los efectivos de la Policía Nacional no solo combaten a los autores de hechos punibles, sino que también en muchos casos, estos son cometidos por ellos mismos, es decir, conocen las dos caras de la moneda. Una de ellas –la muy sucia– salió a relucir varias veces en este mes que termina. Si la Dirección General de Asuntos Internos de la Policía Nacional, encargada de investigar las irregularidades y las faltas de los uniformados, tiene mucho trabajo que hacer, es porque las lecciones sobre la ética profesional impartidas en el Colegio y en la Academia de Policía, así como –se supone– las arengas matinales en las comisarías, no están dando los resultados deseables. Es necesario que el ciudadano confíe en el agente policial, en vez de presumir que es un hampón disfrazado, según le enseñarían la experiencia propia y la ajena. Basta con tener que cuidarse de los delincuentes comunes; ya resulta excesivo precaverse además de los uniformados a sueldo de sus eventuales víctimas.