1 de octubre de 2025
Celebrar el Día del Camino es importante para reconocer la infraestructura vial como un motor clave del desarrollo económico y social, ya que conecta personas, facilita el transporte de productos y promueve el crecimiento de comunidades al romper el aislamiento y facilitar el acceso a servicios esenciales.
El estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que del total de inversiones proyectado para Latinoamérica, 9% corresponde a infraestructura nueva, mientras que el 41% deberá orientarse al mantenimiento y reposición de activos ya existentes, muchos de los cuales se acercan al final de su vida útil. Así, para cerrar la brecha existente y avanzar hacia los objetivos de desarrollo sostenible a 2030, se requiere un esfuerzo adicional significativo por parte de los gobiernos de la región.
De acuerdo con un estudio realizado por la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) habría una demanda potencial de 1.500.000 interesados en realizar turismo cultural y de naturaleza en nuestro país, según datos analizados hasta 2024. Sin embargo, el país enfrenta grandes desafíos, como la infraestructura y transporte, entre otros, para poder potenciarlo con esa área.
La dramática situación que atraviesan los pobladores de Pikykua, una comunidad situada a 55 km de la ciudad de Pedro Juan Caballero, en el distrito de Cerro Corá, Departamento de Amambay, se percibe desde la obligatoria utilización de una precaria e improvisada balsa para cruzar el Río Aquidabán. A eso se suma una serie de carencias que afectan a la única escuela de la comunidad.
Durante años ha persistido la idea de que las reglas fiscales obstaculizan la inversión pública al imponer límites que obligan a los gobiernos a recortar el gasto en algunos sectores, como en infraestructura. Sin embargo, nuevos estudios y evidencia empírica desvirtúan esa percepción. Lejos de frenar el desarrollo, cumplir con estas reglas puede fortalecer la capacidad de los países para sostener y ampliar su inversión pública a largo plazo, refiere un documento reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La comunidad indígena Pikykua está situada en el distrito de Cerro Corá, Departamento de Amambay, distante a unos 55 km de la capital departamental, Pedro Juan Caballero. Entre las carencias y los problemas de infraestructura, se puede citar el uso obligatorio de una improvisada balsa para cruzar el Río Aquidabán, lo cual representa un grave peligro que ya se cobró algunas vidas de los pobladores. Esta situación la vienen arrastrando desde hace 3 años aproximadamente y piden el fin de la desidia de las autoridades.