Al cierre del primer cuatrimestre del año, la molienda acumulada de oleaginosas en las industrias alcanzó 1.073.422 toneladas, que representa un aumento del 15% con respecto al promedio para este periodo en los últimos cinco años, pero la capacidad nominal para los primeros cuatro meses del año alcanzó un 67%, porcentaje que está todavía bastante por debajo de los mejores registros para este periodo desde el 2015.
Durante el primer trimestre de este año las exportaciones del complejo soja han alcanzado un valor de US$ 1.102 millones, un crecimiento de más del 50% con relación al primer trimestre del año pasado y con el mejor registro de los últimos 6 años, según el informe de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
El periodo 2023 está demostrando nuevamente que es un año complejo para la industria aceitera paraguaya, ya que además del retraso en la cosecha de soja, la industria se enfrentará también a una situación compleja con la importante caída de la producción en la Argentina, por causa de la sequía, de acuerdo a la información proporcionada por la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
El 2022 cierra como el peor año para la industria aceitera desde que las inversiones posibilitaron aumentar la producción a más de 4 millones de toneladas en 2013, tanto en nivel de procesamiento como en porcentaje de utilización de la capacidad instalada. Eso, según la evaluación de Cappro, que responsabiliza a la sequía y la ausencia de políticas de incentivo en el rubro.
El stock de granos de soja disponible para procesamiento y exportación está casi agotado y la capacidad ociosa de la industria local en julio último subió al 45%, debido a la fuerte merma que provocó la sequía en la última cosecha, según informó la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
La industria aceitera de Paraguay esta pasando uno de los peores momentos debido a la sequía que se dio en la zafra normal de soja 2021, que tuvo una perdida del 60 porciento, y por ende la falta de materia prima. Sin embargo, el segundo semestre será todavía más complicado.