22 de julio de 2025
Expresiones recientes de políticos oficialistas ejemplifican la realidad paralela en la que viven y se desenvuelven, creyendo tal vez que el Paraguay actual es como el que ellos disfrutan, con salarios que rondan los 40 millones de guaraníes o como quienes gozan los placeres de altos cargos en las binacionales, percibiendo más de 100 millones de guaraníes al mes. Sin embargo, la realidad del pueblo es otra, ya que el salario mínimo no alcanza los tres millones de guaraníes, ni con el último aumento de 100.000 guaraníes. De modo que los dirigentes de la corriente gobernante conocen solo y viven en un Paraguay completamente diferente, un país que esos políticos de turno prometieron mejorar para que todos “estemos mejor”, lo que a esta altura está lejos de suceder.