Anoche se produjo el fallecimiento de Roberto David Cardozo Rojas, apuntado como el sicario que asesinó al periodista Humberto Andrés Coronel Godoy. Tras la inspección del cuerpo, el forense concluyó que la muerte se dio como consecuencia del agravamiento de las condiciones de salud derivadas de las heridas que el mismo recibió poco antes de ser detenido. La información fue confirmada por la fiscal Reinalda Palacios Jara.
La Cámara de Senadores aprobó hoy una declaración que condena y repudia el asesinato del periodista Humberto Coronel, acribillado por sicarios en Pedro Juan Caballero. También instó al Ministerio Público a realizar una investigación rápida para castigar a los responsables. Recalcó que el atentado contra la libertad de expresión desnuda el avance del crimen organizado sobre toda la sociedad paraguaya.
El senador Blas Lanzoni (PLRA, llanista) prometió que el pleno de la Cámara Alta analizará en un mes el proyecto de ley de Protección a Periodistas y Defensores de DD.HH. Fue tras reunirse con referentes del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) para hablar sobre el asesinato del comunicador Humberto Coronel.
La Policía aún no pudo determinar si el presunto sicario que asesinó al periodista Humberto Coronel en Pedro Juan Caballero se encuentra en Brasil. En caso de confirmarse y si es detenido en el vecino país, podría dificultarse su extradición al Paraguay, atendiendo que presumen que cuenta con documento de identidad brasileño.
Ser periodista en el interior del país es riesgoso. Y si son periodistas en zonas de conflictos armados, luchas por eternas desigualdades, zonas liberadas, campos minados de criminales fronterizos o imperios de narcotraficantes, además de serio es extremadamente peligroso. Los llamamos compañeros corresponsales, y caminan esos senderos por los cuales muchos de nosotros pondríamos miles de excusas para no andarlos.
Veinte. Esta es la cifra de periodistas asesinados en tiempos de democracia en nuestro país. El colega Humberto Coronel fue asesinado de ocho balazos el pasado 6 de septiembre en Pedro Juan Caballero. Tenía amenazas, no así protección policial completa; un cuadro sombrío para el periodismo paraguayo ensombrecido aun más por la ridícula e indignante declaración de la encargada de investigar el caso. Para ella, el ahora fallecido no debía estar “regalándose” a los sicarios.