Sobre el lenguaje y la literatura y Harold Pinter, sobre Shaban al-Dalou y Toshiyuki Mimaki, sobre hibakushas y novelistas surcoreanas, sobre genocidios y premios Nobel, sobre eufemismos y silencios, sobre la mentira y la verdad, sobre Gaza e Hiroshima.
Por qué el hashtag #NoBarbenheimer es trending topic desde ayer en Twitter.
Edurne MorilloTokio, 22 may (EFE).- Japón quiso enviar un mensaje pacifista y antinuclear desde la cumbre del G7 en Hiroshima, la primera ciudad atacada con un arma atómica, aunque varias ONG y supervivientes al bombardeo han criticado las declaraciones y gestos que salieron de la cita al considerarlos insuficientes.
HIROSHIMA. El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió luchar por un mundo libre de armas nucleares en un mensaje que dejó por escrito en el Museo de la Bomba Atómica de Hiroshima.
TOKIO. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo este jueves que aspira a que la cumbre del G7 que arranca el viernes en Hiroshima bajo su presidencia sea un punto de inflexión en los esfuerzos de la comunidad internacional para la paz global.
Existen hasta la fecha solo dos Nobel de Literatura japoneses. El primero, Yasunari Kawabata, murió hace más de medio siglo, en 1972; el segundo, Kenzaburo Oe, ha fallecido en marzo. Para la comprensión de la obra de Oe y de las posibles razones de su real aunque inconfeso olvido, pocas palabras podrían prepararnos tan bien como las que hoy le dedica el escritor y periodista Alfredo Grieco y Bavio, desde Buenos Aires, en exclusiva para El Suplemento Cultural.