16 de julio de 2025
En los últimos años, Paraguay lleva construyendo las bases de un mercado de capitales moderno, pero las reformas aprobadas por el Banco Central del Paraguay (BCP) en diciembre de 2024 marcan un punto de inflexión. Ese mes, la autoridad monetaria actualizó las reglas de emisión, custodia y negociación de títulos soberanos en guaraníes y amplió los límites para operar divisas y coberturas cambiarias con inversionistas extranjeros. Con ello, el país se integró a un grupo aún reducido de economías emergentes que facilitan la entrada de capital foráneo directamente en bonos locales, refiere un documento del Banco Mundial (BM).
Si bien la calificación otorgada a Paraguay refleja estabilidad macroeconómica y gestión fiscal sólida, abriendo puertas a financiamiento más competitivo y nuevos inversionistas, también plantea retos regulatorios e institucionales para maximizar su impacto en la inversión extranjera y el desarrollo económico.
Los diversos sectores productivos organizados celebran el grado de inversión, pero simultáneamente exigen un mayor compromiso del gobierno para que se puedan materializar los beneficios de la buena calificación del riesgo país. Una de las organizaciones que se suma a esta postura es la Asociación de Emprendedores del Paraguay.
Gremios empresariales y organizaciones de la sociedad civil instaron a redoblar esfuerzos para combatir la corrupción y la impunidad. El abogado Ezequiel Santagada, uno de los firmantes del comunicado, destacó sobre todo la necesidad del sostenimiento de la institucionalidad para que la calificadora Standard & Poor’s determine el grado de inversión para Paraguay en su próxima evaluación.
En un comunicado conjunto, gremios empresariales y organizaciones de la sociedad civil instaron a los sectores privados, públicos y sociedad civil a redoblar esfuerzos para combatir la corrupción y la impunidad.
Standard & Poor’s elevó su perspectiva sobre el Paraguay de estable a positiva, pero, al igual que su colega Fitch Ratings, finalmente mantuvo la calificación de los títulos soberanos paraguayos en BB+, todavía dentro del grado especulativo, con observaciones sobre las condiciones que se tienen que cumplir para avanzar al grado de inversión o, de lo contrario, volver a retroceder. La señal es manifiesta. Los inversores internacionales ven con simpatía el proceso socioeconómico en nuestro país, confían en su potencial, valoran los esfuerzos, son optimistas sobre la capacidad de las autoridades de generar mejoras cualitativas, pero dejan claro que todavía no es suficiente para jugar en primera división.