16 de noviembre de 2024
Estamos en plenas vacaciones de invierno. Las pantallas y la información están omnipresentes en nuestros niños y están al alcance de un clic. No obstante, esta exposición temprana al mundo tecnológico presenta beneficios como riesgos significativos para su desarrollo cognitivo y emocional.
Desde hace como mínimo dos décadas, nuestro mundo se ha llenado de adultos de 30, 40 y más años que niegan psicóticamente su edad real. El uso comercial y sin valor científico del término «generación» debió su éxito precisamente al miedo a envejecer.
«¡Cuánto aprendimos fuera de las aulas con los juegos!», nos recuerda el autor de este artículo, que trata de la nostalgia en la era digital.