4 de agosto de 2025
Durante el primer semestre del año 2025, las transferencias de recursos financieros con Fuente 10 (financiadas con recursos del Tesoro Nacional) totalizaron G. 20,499 billones, de los cuales 89,2% (G. 18,290 billones) fueron destinados a lo que técnicamente se conoce como gastos rígidos. Para este análisis se consideraron: remuneraciones básicas, varias y otros servicios personales, así como las transferencias para jubilaciones y pensiones, servicio de la deuda y productos alimenticios. Si se incluyen los recursos destinados para medicamentos, la rigidez alcanza el 92%.
Entre ajustes salariales al sector docente, actualización del salario mínimo a funcionarios públicos, ajustes por inflación de pensiones y déficit en la Caja Fiscal, el gasto rígido y permanentes aumentarían en más de US$ 400 millones entre los principales impactos del Presupuesto 2023.
Economistas y analistas coinciden en que el presupuesto de la Nación 2022 sancionado por el Congreso la semana pasada, dentro de todo, será manejable para el Ministerio de Hacienda, porque mantiene el plan de convergencia del déficit fiscal en un 3% del PIB. Sin embargo, criticaron los incrementos salariales que engrosan los gastos rígidos en estos tiempos críticos y, sobre todo, que se hayan direccionado recursos de medicamentos para estos fines.
El aumento de los cargos en las diferentes instituciones públicas de manera constante y, por ende, de los gastos considerados rígidos llevó a la administración central a cerrar de nuevo el ejercicio pasado con un déficit fiscal de 1,9% del PIB, según señaló ayer el ministro de Hacienda, Germán Rojas.