17 de noviembre de 2024
Los combustibles fósiles son como el azúcar: todos sabemos que su consumo en exceso es perjudicial para la salud, pero es muy difícil vivir sin su dulzura. Poco a poco se ha logrado una mayor conciencia sobre sus diversos efectos en el organismo y buscando nuevas fuentes para sustituirla sin perder su esencia. Lo mismo ocurre con la transición energética por la sostenibilidad del planeta, pero con el agravante de que en América Latina y el Caribe también aportan gran cantidad de ingresos a través de las exportaciones para financiar programas sociales.