El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), a través del Viceministerio de Capital Humano y Gestión Organizacional, estableció el reglamento y los instrumentos técnicos a ser aplicados por las instituciones públicas en los procesos de selección para el ingreso y promoción de servidores públicos.
Marco Aurelio González, procurador general de la República, explicó algunos detalles de la entrada en vigencia de la nueva Ley de Carrera y Servicio Civil, que modifica la Ley de la Función Pública, que fue promulgada hoy, pero entrará en vigencia recién en seis meses.
El presidente de la República, Santiago Peña, promulgó la Ley de Servicio Civil, que regirá para todos los funcionarios públicos a partir de la fecha. La misma fue cuestionada por varios gremios de trabajadores de la función pública, pese a que desde el gobierno aseguran que se priorizará el ingreso por mérito.
Mientras saltan nuevos escandalosos casos de nepotismo del entorno del poder, verdaderas cachetadas a la ciudadanía trabajadora, el presidente Santiago Peña tiene en la mesa para su promulgación una ley completamente desnaturalizada “de la carrera civil y de la función pública”, sancionada subrepticiamente y sin debate por el Senado en su última sesión antes del receso parlamentario, que deja las manos libres a políticos y a otros ordeñadores compulsivos de las ubres del Estado para continuar con el indignante festín a costa de la gente. Esta ley debía ser la piedra angular de la reforma del Estado. Una nueva ley que hiciera borrón y cuenta nueva era necesaria porque la vigente, que ya tiene 25 años, ha sido tan sistemáticamente perforada. Pero el adefesio que se terminó aprobando hace peor el remedio que la enfermedad. Para esto, nos quedamos con lo que tenemos.
El Congreso remitió ayer al Poder Ejecutivo el polémico proyecto de ley de la Carrera Civil y la Función Pública que fue sancionado a tambor batiente y sin debate por el Senado en su última sesión del año. La normativa permite que sigan los nepobabies y da la potestad al Ministerio de Economía de anular los contratos colectivos.
Viajes a Colombia, Brasil y Uruguay, vehículos de alta gama y fajos de dinero alardea un funcionario de la Dinac a través de sus redes sociales. Se trata de Marcos Eduardo Valdez Ocampos, de 29 años, quien es jefe del Departamento de liquidación de salarios. El empleado público afirmó que todas sus ostentaciones son el resultado de la “venta de gorras”. En sus DD.JJ consignó que la comercialización de quepis le deja ingresos mensuales de G. 15 millones y G. 120 millones al año.