16 de noviembre de 2024
Al lograrse la aquiescencia boliviana para el armisticio de 1935, Eusebio Ayala debía dar el acuerdo definitivo. Y lo hizo por teléfono al canciller Luis A. Riart, en la Casa Rosada. Las autoridades argentinas buscaban la primicia en una escucha clandestina. No fue posible, Ayala dio sus órdenes en guaraní, inalcanzable a porteños y neutrales. Hoy se cumplen 85 años de la firma del tratado secreto del 9 de julio de 1938 que a su vez marcó la génesis de la hegemonía hemisférica yanqui.