Cuando se trata de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) contra Paraguay, la escuela (neo) liberal defiende a las burguesías de los países vencedores, y el «revisionismo», a las burguesías del país derrotado, de modo que la ultraderecha colorada y la izquierda reformista se santiguan por igual –nos dice este artículo del historiador Ronald León Núñez– «ante el altar del oligarca Solano López».
Sorprende que muchos paraguayos no sepan lo que se conmemora el 1 de Marzo, un feriado ahora, y un punto de inflexión en la historia del Paraguay que analiza un experto para comprender en un breve análisis la trascendencia de esta fecha. También una luz sobre distintos criterios que se formaron alrededor de la figura del Mariscal presidente Francisco Solano López.
Ayer fue el día de la mujer paraguaya en recordación de las damas que en 1867, en una asamblea, donaron sus joyas “para ayudar al sostenimiento de la guerra” contra la Triple Alianza. En rigor, ya no iban a servir para tan nobles propósitos. A esa altura de la guerra ya nada se podía comprar ni vender.
Una comisión del Congreso trató un pedido de la Municipalidad de Asunción de trasladar a la Costanera de la capital una estatua del mariscal Francisco Solano López que actualmente se encuentra frente a la sede del Parlamento.
El ministro de la Secretaría Nacional de Cultura Rubén Capdevila recordó en un mensaje al natalicio del Mariscal López, militar, político y estadista, nacido un día como hoy, en 1827. Mientras la mirada de algunos historiadores revela que el héroe máximo de la patria estuvo inmerso en innumerables ejecuciones y martirios de sus allegados y la hambruna del pueblo paraguayo.
Con Ildefonso Bermejo (1820 – 1892) periodista, escritor y dramaturgo español, se da un hecho injusto al no habérsele reconocido, nunca, su admirable contribución a la cultura paraguaya.