10 de noviembre de 2025

La tasa global de fecundidad en América Latina y el Caribe continúa descendiendo de forma sostenida, pasando de 3,24 hijos por mujer en 1990 a 1,80 en 2024, de acuerdo con los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El cambio demográfico es uno de los fenómenos sociales más profundos de las últimas décadas y marca el paso de una región tradicionalmente joven hacia una etapa de madurez poblacional, con implicancias directas en el crecimiento económico, el empleo y las finanzas públicas.


La sostenibilidad de la deuda es un aspecto clave en la economía, ya que la capacidad del Estado para gestionar adecuadamente su nivel de endeudamiento impacta directamente en la estabilidad económica y la credibilidad ante los mercados financieros, la flexibilidad para implementar políticas que impulsen el desarrollo económico, y la respuesta en periodos recesivos. De hecho, altos niveles de deuda podrían tener consecuencias económicas y sociales. Por ello, las reglas fiscales se utilizan como herramientas para gestionar el endeudamiento de manera responsable.

Al cumplirse poco más de un año de gestión, el gobierno destaca al cierre de este 2024 logros como el aumento de recaudaciones impulsado por el crecimiento económico, la fusión de entidades públicas, y otras reformas impulsadas, y un déficit fiscal que converge a la meta. Sin embargo, pocos de estos logros son visibles para los ciudadanos.

El aporte de un legislador a la Caja Parlamentaria sobre las dietas y gastos de representación solo alcanza a cubrir alrededor de 4 años, tanto en la Jubilación Ordinaria (180 meses de contribución y 80% sobre lo aportado) y la Jubilación Extraordinaria (120 meses de aporte y 60% de lo percibido) para una expectativa de 70 años.

El país ha avanzado en el manejo de sus finanzas públicas y el reciente logro de obtener la calificación de grado de inversión es un testimonio de ello. Nuestras finanzas supieron sobreponerse a un difícil inicio de los años 2000, marcado por un default selectivo, continuando luego con presiones en el gasto de remuneraciones por decisiones políticas y la necesidad de mayor gasto público para enfrentar situaciones inesperadas (como inundaciones, sequías, pandemias, crisis regionales, etc.). Esta situación, en parte, me recuerda al mítico personaje de Perurima, ya que, como relataba Alcibiades González Delvalle “de todos los apuros supo salir”.

Los sistemas de pensiones tienen como objetivo, por un lado, permitir a las personas contar con ingresos luego del retiro a cambio de realizar aportes durante su vida laboral y, por otro, evitar situaciones de pobreza en la vejez, tal como hace referencia un estudio del Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) denominado “Los sistemas de pensiones y salud en América Latina: Los desafíos del envejecimiento, el cambio tecnológico y la informalidad”.