La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) informó que este jueves 30 de enero, el paso sobre el coronamiento de la Central Hidroeléctrica, que conecta las ciudades de Ayolas, en Paraguay, e Ituzaingó, en Argentina, estará inhabilitado.
Se suele decir que el ser humano, el “animal racional” del planeta, es la única especie que destruye su propio hábitat. Algunos lo hacen a sabiendas, por pura ambición; otros, por simple ignorancia o desidia. Lo que acontece con la cuenca de los arroyos Potî'y y Kuri’i es un crudo ejemplo.
La fuerte crisis económica que arrastra desde finales de 2023 la comunidad ayolense, a raíz de la difícil situación financiera de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) —resultado de la falta de transferencia del Gobierno argentino por la cesión de la energía que le corresponde según el Tratado de Yacyretá— es una clara demostración de que es necesario buscar alternativas para generar movimiento económico en Ayolas. Es la única forma de cortar las décadas de dependencia del ente, que no hizo más que crear una ciudadanía sumisa a una clase política que solamente busca beneficios personales a costa del pueblo.
Nicolás Maquiavelo (1.500 dc) en su obra El Príncipe escribía “Un pueblo que acepta pasivamente la corrupción y los corruptos, no merece libertad. Merece la esclavitud. Un país cuyas leyes son indulgentes y benefician a los bandidos, no tiene vocación de libertad. Su gente es esclava por naturaleza. Un pueblo cuyas instituciones, públicas y privadas, están en gran parte corrompidas, no tiene futuro. Solo pasa. Una nación, donde la sociedad civil supuestamente organizada no mueve una paja si no hay posibilidad de ganancias, no es capaz de legar nada a sus hijos, excepto días oscuros. Una patria, donde recibir dinero malo a cualquier título es algo normal, no es una patria, porque en ese lugar no hay patriotismo, sólo intereses y apariencias. Un país donde los pocos que se esfuerzan por hacer prevalecer los valores morales, como la honestidad, la ética, el honor, son asfixiados y masacrados, ya cayó al abismo hace mucho tiempo. Una sociedad donde muchos hombres y mujeres se conforman con distracciones sórdidas, en un trance profundo, no merece existir. Solo tengo piedad de esas valientes personas que se rebelan ante este estado de cosas. Para aquellos que consideran normal esta calamidad, no tengo sentimientos. ¡Qué peligroso es liberar a un pueblo que prefiere la esclavitud!”.
Desde hace años se encuentra parado un proyecto para la toma de riego del embalse de Yacyretá y canalizaciones para cultivos. El jefe de Ambiente de la binacional señaló que desconoce detalles, pero se tuvo en cuenta, por ejemplo, la posible contaminación con pesticidas de los arroceros.
La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) no solo destina jugosos salarios a guardias, choferes o secretarias, con vinculación a algún político de turno, sino que también paga millonarias bonificaciones a funcionarios de otras instituciones que están comisionados. En total, la EBY alberga a 41 personas comisionadas y destina G. 3.600 millones al año por “gratificaciones”.