19 de mayo de 2025
La rutina puede esconder sorpresas. Un grupo de técnicos, que por ahora prefieren el anonimato, estudiosos de los indicadores relativos al comportamiento de las hidroeléctricas binacionales, en las que nuestro país es propietario por partes iguales con Brasil y Argentina, en este caso de los registros que publica mensualmente Itaipú, detectó algunas que, por cierto, generan suspicacias.
Introducción: Este breve análisis (parcial) fue realizado como un simple ciudadano paraguayo, autodidacta, que posee algunos conocimientos técnicos, producto de la experiencia en los sectores público y privado, analizando solo resultados, sin hacer juicio de valor alguno y manifestando no tener conflictos de intereses al respecto. Se trató de analizar más de lo que se hace y menos de lo que se dice, tratando que el árbol no impida ver el bosque, ante la falta de acceso a información pública.
Introducción: Este breve análisis (parcial) fue realizado como un simple ciudadano paraguayo, autodidacta, que posee algunos conocimientos técnicos, producto de la experiencia en los sectores público y privado, analizando solo resultados, sin hacer juicio de valor alguno y manifestando no tener conflictos de intereses al respecto. Se trató de analizar más de lo que se hace y menos de lo que se dice, tratando que el árbol no impida ver el bosque, ante la falta de acceso a información pública.
La generación de 1.223.869 GWh –cantidad cedida a Brasil y Argentina por nuestro país entre 1984 y 2017–, mediante usinas térmicas, hubiera requerido la utilización de 720 millones de barriles de petróleo o 105,2 toneladas equivalentes de petróleo, destaca el Ing. Juan José Encina en su reciente estudio.
¿Cuáles serían las alternativas válidas –opcionales o sustitutas– que tiene Argentina para reemplazar nuestra energía? Para ello analizamos la importación de energía eléctrica (EE), que realizó la Argentina de todos sus vecinos, según precios y disponibilidad.