Óscar “Nenecho” Rodríguez admitió que es el intendente que más endeudó al municipio, pero alegó que es el que “más obras” hizo. Al ser consultado sobre el uso de bonos para gastos corrientes, respondió: “La plata de los bonos está siendo utilizada en obras, porque el dinero es volátil, es la misma cosa”. Además, minimizó el gasto por sobrecarga de funcionarios y dijo que no puede hacer recortes porque se expone a demandas.
Durante el segundo trimestre de este año se presentaron temas sociales y económicos que fueron rigurosamente analizados, como la deuda pública en Paraguay, que pasó por marcados procesos en la última década. Las cuentas fiscales gozaban de resultados superavitarios hasta antes de 2012. Si bien los mayores ingresos frente a los gastos permitieron al Estado generar cierto ahorro, las inversiones en obras de infraestructura acumularon importantes retrasos. Históricamente, la deuda externa ha sido, en promedio, el 80% de la deuda pública total; el restante la ha conformado el pasivo interno.
Solo en concepto de pago de intereses, el costo de la deuda pública paraguaya creció 40,5 por ciento en apenas un año, un dato alarmante que debería ser motivo de alta preocupación para los tomadores de decisión, para la ciudadanía en general y, sobre todo, para el Poder Ejecutivo, encargado de administrar el Estado. Sin embargo, el Gobierno de Santiago Peña y su mayoría parlamentaria no han dado señales de austeridad y de avanzar hacia el impostergable ajuste que necesita el país. Al contrario, han vuelto a abrir el grifo, han “pateado” la reducción del déficit fiscal y han propiciado una nueva ronda de fuerte endeudamiento.
Ya es suficientemente malo que el nuevo Gobierno inicie su gestión con una ampliación presupuestaria de 600 millones de dólares para lo que queda de este ejercicio 2023, a ser financiada con un nuevo fuerte aumento del endeudamiento público, para un período que abarca apenas un cuatrimestre de la primera parte de su mandato. Pero que, además, solicite amplias facultades para que el flamante Ministerio de Economía y Finanzas pueda disponer discrecionalmente de ese dinero y de otras partidas, asignando gastos a su antojo sin que estén previa y explícitamente justificados y presupuestados, en violación de la letra y del espíritu de la Constitución Nacional y contra los principios básicos de la administración pública y del derecho administrativo, es absolutamente inadmisible.
El Senado la semana pasada se declaró en cuarto intermedio hasta hoy a las 09:00 para agotar el orden del día de la última sesión ordinaria el miércoles pasado, que entre otros puntos incluye un millonario presupuesto para la franja costera de Asunción. Se trata de un empréstito ya suscrito entre el Paraguay y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) por un total de hasta US$ 105.000.000, para el financiamiento del proyecto de resiliencia urbana en la franja costera de Asunción, que estará a cargo del Ministerio de Obras Públicas.