1 de abril de 2025
Los senadores Natalicio Chase (ANR-HC) y Líder Amarilla (PLRA) compartieron sus puntos de vista sobre las cifras de reducción de la pobreza y el endeudamiento público del país. Para Amarilla, los números positivos no reflejan lo que realmente “viven y sienten” los paraguayos, mientras que Chase atribuyó el “rumbo de mejora” al programa Hambre Cero.
Se informó que el Gobierno autorizó la gestión de un nuevo préstamo para la pavimentación del tramo Cruce Centinela-Mariscal Estigarribia, lo que se suma a un paquete de endeudamiento de 1.400 millones de dólares que tiene el Poder Ejecutivo en carpeta, parte de ello ya remitido al Congreso, por encima de los 553 millones de dólares anteriormente aprobados para emisión de bonos en el Presupuesto 2024, más los 600 millones de dólares computados al Presupuesto 2023 para pagar a proveedores y contratistas. Con esto, el saldo de la deuda pública con esta administración por primera vez superará largamente la barrera del 40% del PIB, cuando hace tan solo una década era del 10%. Endeudarse hasta cierto límite no es malo en sí mismo. El problema es cuando se rifa y se roba la plata, que es exactamente lo que ocurre en Paraguay.
El concejal de Patria Querida, Álvaro Grau alerta nuevamente a la ciudadanía de la intención de lo que sería un nuevo endeudamiento para la Municipalidad de Asunción. Según el edil, el intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez logró que se incluyera en el orden del día de la Junta Municipal un nuevo pedido de préstamo.
Aunque hayan pasado cuatro años desde la irrupción de la crisis sanitaria del covid a nivel mundial, las consecuencias socioeconómicas prevalecen, sobre todo en países en desarrollo, que no han logrado recuperarse en materia de endeudamiento. Ello, al considerar igualmente, otros shocks que vinieron complicando el escenario.
Durante el segundo trimestre de este año se presentaron temas sociales y económicos que fueron rigurosamente analizados, como la deuda pública en Paraguay, que pasó por marcados procesos en la última década. Las cuentas fiscales gozaban de resultados superavitarios hasta antes de 2012. Si bien los mayores ingresos frente a los gastos permitieron al Estado generar cierto ahorro, las inversiones en obras de infraestructura acumularon importantes retrasos. Históricamente, la deuda externa ha sido, en promedio, el 80% de la deuda pública total; el restante la ha conformado el pasivo interno.
Solo en concepto de pago de intereses, el costo de la deuda pública paraguaya creció 40,5 por ciento en apenas un año, un dato alarmante que debería ser motivo de alta preocupación para los tomadores de decisión, para la ciudadanía en general y, sobre todo, para el Poder Ejecutivo, encargado de administrar el Estado. Sin embargo, el Gobierno de Santiago Peña y su mayoría parlamentaria no han dado señales de austeridad y de avanzar hacia el impostergable ajuste que necesita el país. Al contrario, han vuelto a abrir el grifo, han “pateado” la reducción del déficit fiscal y han propiciado una nueva ronda de fuerte endeudamiento.