31 de enero de 2025
Decretamos el comienzo de una temporada de Inquisición. Una Inquisición inclemente, implacable e insaciable que, no obstante, sin temblar, algunos audaces han desafiado ya al someterse voluntariamente a las preguntas de este Tribunal. El Santo Oficio comienza, desde el presente número de nuestro Suplemento Cultural, a presentar, poco a poco y por entregas, a todos estos valientes –o, más que valientes, a todos estos imprudentes y temerarios– artistas, músicos y escritores por nosotros interrogados sin contemplaciones y sin piedad para alimentar el selecto deleite de nuestros refinados y perversos lectores, de nuestras delicadamente crueles, justas lectoras.