22 de noviembre de 2025

La Asociación Familias por la Educación Integral en el Paraguay (FEIPAR) lanzó ayer nuevos materiales de Educación en Sexualidad para el Tercer Ciclo de la Educación Escolar Básica y la Educación Media. En agosto, el MEC había “censurado” los libros de esta organización, indicando que “no cuentan con recomendación ni aprobación oficial”, para su uso en escuelas públicas.

Cada 26 de septiembre se plantea la urgente necesidad de prevenir el embarazo adolescente, un desafío que afecta a millones y demanda políticas de educación sexual integral basadas en evidencia, revelando disparidades alarmantes en América Latina y el Caribe.

El ministro de Educación, Luis Ramírez, anunció este martes que, para el año que viene, todos los alumnos de las escuelas públicas tendrán materiales sobre educación de la afectividad y la sexualidad. Anteriormente, los textos eran denominados “12 Ciencias″, cuestionados por su sesgo religioso, machista y por la falta de enfoque científico. Estos libros fueron avalados por Miguel Ortigoza, pastor evangélico, representante en Paraguay de la oenegé estadounidense “Capitol Ministries”. Los ejemplares serán financiados por Itaipú.

Tras el debate generado por los materiales de educación sexual, representantes de la organización Familias por la Educación Integral en Paraguay (Feipar) recalcaron en que sus cuadernillos de educación sexual buscan prevenir violencias y embarazos adolescentes, y no enseñar a tener relaciones. Pidió además transparencia al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) sobre el material de Educación de la Afectividad y la Sexualidad en la Escuela (EASE).

La asociación Familias por la Educación Integral en Paraguay (Feipar) lanzó unos cuadernillos de educación sexual destinados a estudiantes del primer al sexto grado. Por la iniciativa, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) emitió un comunicado hoy.

El embarazo adolescente y el aborto son temas críticos que, lamentablemente, suelen ser evitados por muchos en los debates sobre educación sexual. Sin embargo, la falta de acceso a una educación sexual integral no solo afecta la salud y bienestar de los jóvenes, sino que puede costarles la vida. Es hora de dejar de esquivar el debate y abordar estas cuestiones con la seriedad que merecen.