ROMA. El papa Francisco presidió ayer la misa de Ramos en la plaza de San Pedro. Dirigió un mensaje especial y personal a todos los fieles católicos que siguieron uno de los ritos que marca el inicio de los días santos para los cristianos de todo el mundo.
CIUDAD DEL ESTE. Ante una concurrencia masiva de fieles se celebró la misa de Domingo de Ramos en la Catedral San Blas. Monseñor Guillermo Steckling, obispo de la diócesis de Ciudad del Este, encabezó la bendición de las palmas. Durante su homilía recordó pasajes del viacrucis de Jesús y pidió practicar la compasión.
Hoy es el inicio de la Semana Santa, con la tradicional bendición de las palmas, y las iglesias están teniendo una gran concurrencia de fieles católicos; sin embargo, según los comerciantes, la venta de las palmas es baja y refleja la dura situación económica que atraviesa el país.
CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco reapareció hoy para presidir la misa del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro, un día después de salir del hospital, y ante miles de fieles defendió a los “abandonados” del mundo actual: “También yo necesito que Jesús me acaricie”, confesó, con la voz aún débil y algo ronca.
Los católicos inician hoy la Semana Santa con el Domingo de Ramos, que recuerda la entrada triunfal de Jesús a la ciudad santa de Jerusalén. Antes de las misas que se oficiarán en los templos se bendecirán los ramos con los que los fieles aclamarán al Señor de las Palmas. En la Catedral Metropolitana los actos comenzará a las 10:45.
Un elemento infalible para el Domingo de Ramos, que marca la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y cuyo ritual central pasa por la bendición de las palmas, es la preparación de los reliques y penachos decorados que volverán a las casas con una misión especial.