30 de octubre de 2025

BUENOS AIRES. Pese a la intervención del Banco Central y el reciente respaldo de Estados Unidos, el peso argentino volvió a depreciarse poco antes de las elecciones legislativas, clave para el presidente Javier Milei que busca sumar bancas y avanzar con su proyecto económico.
De las importaciones registradas al mes de mayo último, las realizadas bajo el Régimen de Turismo o para reexportación, representan el 18,8% del total, es decir, que al mes de referencia ingresaron al país por valor de US$ 930 millones. Esta cifra representa un incremento del 9,6% con respecto a igual periodo del año pasado, de acuerdo con el reporte de comercio exterior del Banco Central del Paraguay (BCP).

Argentina lucha contra la depreciación de su moneda y la inflación que recorta el poder adquisitivo de la población. Desde que empezó el año el peso perdió más de 50% y no parece que haya aún un freno. Con el kirchnerismo comenzó el despilfarro: el país comenzó a gastar más de lo que le ingresaba.

Una caída más pronunciada de las monedas de Brasil y Argentina impactan en la economía local y sus efectos más visibles son: un ritmo más lento de las exportaciones y el ingreso cada vez más grande de productos de contrabando. Si bien el guaraní también experimenta una depreciación frente al dólar, no es tanta como la que afecta a las monedas de países vecinos, según analistas consultados.

La tendencia a una menor liquidez global provocará una ligera depreciación del tipo de cambio en la mayoría de países de la región, particularmente en Brasil, el próximo año, advierte la consultora BBVA Research, por lo que el guaraní seguirá en línea a los movimientos del real brasileño.