29 de junio de 2025
En Paraguay es normal ver todos los días a niños, niñas, hombres, mujeres, ancianos obligados a mendigar unas monedas en los semáforos. También es normal desviar la mirada y apartarlos del pensamiento, ignorar su existencia, volverlos invisibles. Pero la literatura, implacable, nos acerca a ese mundo sin horizontes, el de aquellos que ni siquiera cabe llamar humildes, que apenas son humiluchos.