30 de junio de 2025
Tras la reciente firma de un acuerdo de colaboración con Singapur, el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) señaló que el Paraguay dio un “paso clave” para posicionarse en el mercado global de créditos de carbono y proyectó que se podrían generar más de US$ 250 millones en exportaciones, con una capacidad de captura de alrededor de 5 millones de toneladas de carbono anuales.
Ramiro Maluff, presidente de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (APPEC), afirmó que apoyan la Ley de Créditos de Carbono porque “el mundo se mueve hacia allí” y ven un negocio que “no quieren desaprovechar”. “Esto se hacía antes de la ley, y ahora tenemos mayor seguridad jurídica”, agregó.
La reciente reglamentación de Ley N° 7190/23 “De los Créditos de Carbono” genera gran expectativa en el sector ganadero, que apunta a “rentabilizar” su actividad por medio de estos bonos. Productores pretenden “no desaprovechar esta oportunidad” y combinar su negocio con otras actividades como la reforestación, que les permitirá capturar carbono e incrementar así sus ingresos.
Además de abrir un abanico de oportunidades para la economía verde, la reciente reglamentación de la ley de los Créditos de Carbono supone una serie de desafíos que tienen que ver con el uso correcto de la normativa y su impacto en los derechos de los pueblos originarios.
Con la demanda en auge de créditos de carbono a nivel internacional, hay gran expectativa en torno a la reciente reglamentación de la Ley N° 7190/23, que regula estos bonos, y su impulso para atraer inversiones. A continuación, el director jurídico del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), Víctor González, detalla cuáles son las particularidades y el funcionamiento de este mercado, que promete generar US$ 300 millones “en el corto plazo”.
Con la reciente reglamentación de la Ley 7190/23 “De los Créditos de Carbono”, Paraguay tiene luz verde para la comercialización de bonos y la implementación de un sistema que podría posicionar a nuestro país como un jugador clave en la llamada economía verde. Sin embargo, no debemos perder de vista que, al ser una modalidad muy poco explorada, y no tan entendida aún, también nos pone frente a riesgos y desafíos, entre ellos, al llamado “greenwashing”