13 de mayo de 2025
Según el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), titulado World Economic Outlook, en su segundo capítulo señala que el envejecimiento poblacional transformará profundamente la dinámica económica global. A medida que la tasa de crecimiento demográfico mundial se desacelera —con proyecciones de estancamiento hacia finales de este siglo— surgen desafíos importantes para la sostenibilidad del crecimiento económico y de las finanzas públicas. Sin embargo, el fenómeno del “envejecimiento saludable” se presenta como una oportunidad para mitigar estos efectos.
La desigualdad de género en el mercado laboral y el acceso de las mujeres a oportunidades económicas continúan siendo las principales barreras para el desarrollo global. De acuerdo con el informe “Women, Business and the Law 2024″ publicado por el Banco Mundial (BM), las mujeres a nivel mundial cuentan con menos de dos tercios de los derechos legales que tienen los hombres, lo que limita su participación en la economía y reduce el potencial de crecimiento de los países.
El sector secundario es otro componente fundamental dentro del Producto Interno Bruto (PIB) total de Paraguay, ya que incluye actividades como la manufactura, la construcción, además de electricidad y agua. Su desempeño tiene una cuota de incidencia en el crecimiento económico a través de la producción industrial, la inversión y la generación de empleo.
El sector primario y toda la cadena productiva es un pilar fundamental en la economía paraguaya, con la agricultura como la actividad de mayor incidencia. Su comportamiento, determinado por factores, principalmente climáticos y de mercado, afecta directamente a la dinámica del producto interno bruto (PIB) del país. En el mismo sentido, la alta volatilidad de este sector se ha reflejado desde pronunciadas caídas hasta recuperaciones que marcaron el desempeño económico en los últimos años.
La pobreza es la condición en la que una parte de la población no cuenta con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. El indicador está relacionado con el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), ya que una economía en expansión tiende a generar empleo e incrementar los ingresos de los hogares, lo que contribuye a reducir la pobreza. Sin embargo, esta analogía no siempre es directa, ya que factores como la inflación, la desigualdad, las políticas sociales y las crisis económicas pueden influir en el impacto del crecimiento sobre la pobreza.
En un trabajo del economista chileno José De Gregorio se concluye que las fluctuaciones de los términos de intercambio y de la productividad son variables altamente significativas como determinantes de los movimientos del Tipo de Cambio Real (TCR).