“Los Idus de Marzo” proviene del calendario romano y ha adquirido un gran significado histórico debido a los eventos que ocurrieron en ese mes y en particular el día 15. De hecho, se asocia históricamente con una serie de eventos que llevaron a la crisis política y el final de la República Romana; el asesinato de Julio César, apuñalado durante una reunión del Senado, por un grupo de senadores que se oponían a su acumulación de poder, es uno de aquellos eventos.
El cartismo reculó ayer y el Senado rechazó el plan de modificar artículos del Código Procesal Penal que podrían dejar impunes casos emblemáticos de corrupción y otros, como el del fiscal Marcelo Pecci (+).
Este domingo, en la segunda homilía de Cuaresma en la Catedral Metropolitana de Asunción, el cardenal Adalberto Martínez observó la “profunda crisis moral, de la ética, de balanzas torcidas en la justicia” en Paraguay. Abogó por fiscales, jueces y ministros con “coraje evangélico, sin sometimientos a poderes fácticos”.
Los escandalosos casos de corrupción en diversos sectores estatales nos demuestran todos los días cómo los inescrupulosos se organizan para saquear al país. La manera en que operan los políticos de turno, confabulándose con jueces y fiscales corruptos para manipular la justicia, o los vergonzosos robos mediante amañadas licitaciones, dejan en evidencia cómo los delincuentes de cuello blanco se organizan para desangrar al país.
Referentes de partidos y movimientos de la oposición organizan una “gran marcha” para el próximo 26 de marzo a fin de protestar contra “la mafia y el sistema de corrupción” que castiga a la población. De esta manera, la militancia política también se suma a la serie de movilizaciones convocadas por otros sectores, como el de las organizaciones sociales que se autoconvoca para el 25 y la Federación Nacional Campesina, que realizará su tradicional marcha el 27 de marzo.
Se abrió el telón, la obra estaba a punto de empezar, todos sentados expectantes para ver cómo Mandrake, el mago del Ministerio Público, sorteaba uno de los desafíos más importantes que pesaba sobre la institución a cargo de Emiliano Rolón Fernández, de presentar el requerimiento conclusivo en la investigación abierta contra el expresidente Mario Abdo Benítez, exministros y funcionarios de su Gobierno por supuestas filtraciones de información confidencial sobre Horacio Cartes. Pero esta vez, como en tantas otras, “Mandrake” no apareció en escena. En su lugar, aparecieron unos verdaderos magos del oficio, los “Mandrakitos”, utilizando una expresión del diputado colorado Roberto González. El mismo aludía a la renuncia del fiscal Guillermo Sanabria, presentada poco antes de fenecer el plazo para presentar el escrito conclusivo en el caso. Y allí aparecieron firmando la acusación los fiscales Silvia González Vester y Christian Benítez Cáceres, quienes, es de suponer, difícilmente hayan tenido tiempo para interiorizarse de los numerosos tomos del expediente, salvo que fueran unos magos, o “Mandrakitos”.