La inflación en 2024 fue del 3,8%, ligeramente superior al 3,7% de 2023, dentro de la meta del Banco Central del Paraguay, lo cual ha sido destacado como un logro del Gobierno. Sin embargo, una vez más, la suba de precios ha sido mucho mayor en los bienes y servicios de primera necesidad, especialmente alimentos. Con ello se reconfirma que el peso principal del ajuste, del costo de la ineficiente burocracia estatal, del excesivo gasto público improductivo, con su altísimo componente de corrupción y de privilegios indebidos, sigue recayendo principalmente sobre los segmentos más pobres de la población. ¿Por qué hay inflación? Si en una economía hay más dinero que los bienes y servicios que representa, ese dinero pierde valor frente a esos bienes y servicios, eso es la inflación. De más está decir que el causante principal es el sector público o, más específicamente, el gasto estatal improductivo o sobrefacturado.
Comienza un nuevo año y con él se renueva la esperanza (vana tal vez) de que se produzcan los tan necesarios cambios que nos conduzcan por el camino de la justicia social y económica, aspectos que hacen a una dura realidad que sufre cotidianamente ese Paraguay profundo, como diría un inefable expresidente de la República.
De acuerdo con su significado original, democracia quiere decir gobierno del pueblo por el pueblo.
Más del 50% de las 477 instituciones públicas del país están aplazadas en control y transparencia, según la evaluación de los sistemas de control internos elaborados por la Contraloría General de la República. Solo el 2% obtuvo una alta calificación.
El año 2024 estuvo marcado por varios acontecimientos que generaron cambios en el comportamiento económico a nivel global, regional y doméstico. En esa línea, durante este año la Consultora MF Economía e Inversiones presentó una serie de análisis de los factores y sectores con importantes incidencias en la dinámica económica de Paraguay. En esta edición son abordados los principales temas desarrollados durante el primer trimestre, como el sector inmobiliario, implicancias de la corrupción, el panorama económico y la importancia de la institucionalidad en el funcionamiento de un país.
Fue sorpresa hace unos días que el exgobernador de Presidente Hayes Óscar “Ñoño” Núñez, hermano del presidente del Congreso, Basilio “Bachi” Núñez (ANR, cartista), consiguiera ser beneficiado con arresto domiciliario tras compurgar el mínimo de su condena de 11 años y ofrecer una fianza de más de 50.000 millones de guaraníes. El exgobernador fue condenado hace exactamente un año tras ser hallado culpable de desfalco a la Gobernación de Presidente Hayes, que causó un perjuicio al Estado paraguayo de 42.500 millones de guaraníes. Según concluyó en su momento el Tribunal de Sentencias, el condenado utilizó dinero público para pagar deudas de campaña, carreras de caballos, deudas privadas, entre otras cosas. Así, el nefasto precedente que deja este arresto domiciliario con el cual se beneficia a un condenado, solo deja como mensaje que la corrupción en Paraguay sigue ganando “por una cabeza”.