19 de enero de 2025
Se suele decir que el ser humano, el “animal racional” del planeta, es la única especie que destruye su propio hábitat. Algunos lo hacen a sabiendas, por pura ambición; otros, por simple ignorancia o desidia. Lo que acontece con la cuenca de los arroyos Potî'y y Kuri’i es un crudo ejemplo.